Después de repasar una y otra vez los resultados de las elecciones autonómicas en el País Vasco y en Galicia, extraigo la conclusión de que en territorios abonados al nacionalismo, UPyD lo tiene complicado. La razón es sencilla, somos una formación que no nos plegamos a los vaivenes nacionalistas ni al mercadeo, que mantenemos nuestra idea de un Estado de carácter federal, y que creemos en una España unida, solidaria y en la que el trabajo conjunto nos ayude a salir de la crisis (no una grande y libre, como pregona el señor Mas).
Visto los resultados, sólo me cabe decir el enorme orgullo y la enorme satisfacción que me ha producido el revalidar el diputado en el País Vasco. En una lucha contra los medios de comunicación y el abertzalismo imperante, hay gente que confía en el discurso racional y solidario del señor Gorka Maneiro. Nos hemos encontrado con una campaña feroz del PP contra UPyD, apelando al voto útil (no nos confundamos, el voto útil para ellos es el que se deposita a su favor) e intentando por todos los medios de desacreditar a nuestra formación. No lo han logrado. PP y PSOE han caído y nosotros, pese a todas las expectativas en contra, hemos mantenido nuestra representación. En un mundo tan radicalizado es imposible pensar en cotas mayores, más cuando abogamos por un Estado federal en el que se acaben las discriminaciones positivas para la Comunidad Vasca, tales como las Diputaciones, cupos, etc.
Respecto a Galicia, poco que decir. No conozco la realidad gallega para pronunciarme, pero tengo claro que tengo claro la deriva derechista que siempre ha mostrado Galicia y la radicalización por el ala nacionalista que ha sufrido.
En ambos casos, una cosa si me ha quedado clara. La deriva del PSOE no hay quien la pare.
Ahora toca Cataluña, dónde tampoco podemos esperar grandes avances. Abogamos por una España federal, plural, solidaria y esto no tiene cabida en el pensamiento nacionalista. Siendo conscientes de las diferencias culturales, sociales y económicas entre las distintas regiones de España, creemos en un federalismo simétrico, en el que cumpla un papel importante la solidaridad interterritorial, y en el que se respeten y potencien las singularidades regionales.
No estoy al 100% con lo que declara mi partido. Creo que lo mejor es una España unida (que no una grande y libre, no señor Mas no confunda), pues como dice el refranero popular "la unión hace la fuerza". Pero no creo en una unión a la fuerza, que es diferente. Tengo claro que los derechos los tienen las personas, y no los territorios y por eso pienso que hay que dejar expresarse libremente a las personas. Y si a esas personas se le ponen encima de la mesa los beneficios y los perjuicios de la secesión, que decidan en total y absoluta libertad. Pero no con preguntas de doble sentido como la que quiere plantear el señor Mas (¿Quiere usted que Cataluña sea un estado de la Unión Europea?), sino con una pregunta clara y concisa (¿Quiere usted la independencia total y absoluta del Reino de España?). Y lo que decidan los ciudadanos, debería respetarse al máximo. Es mi opinión, no la de mi partido. Ciertamente no concibo España sin Cataluña, como no concibo mi cuerpo sin uno de mis brazos, pero si mi brazo se quiere independizar de mi cuerpo............ vivirá menos mi brazo que el resto de mi cuerpo, seguro.
Por cierto, demagogia según la RAE es la "Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder." Creo que encaja a la perfección con lo que hacen CiU y el PSC (en menor medida) aludiendo a las ansias independentistas. Leyendo el programa de CiU, uno se da cuenta dónde está la demagogia; demagogia aplaudida, consentida e incluso venerada por el PPSOE, ya que históricamente han utilizado a la independentista formación catalana para su propio beneficio.
Realmente, de esas llamadas comunidades históricas (que eufemismo, por cierto. ¿Hay alguna comunidad en España más histórica que Castilla, León, Navarra......?) no espero mucha atención hacia UPyD. Les chirría oír lo de recuperar competencias para el Estado y reorganizar nuestra estructura estatal, para tener un Estado sostenible. Quieren salvaguardar sus privilegios, amparados en un chauvinismo alarmante.
Nosotros decimos lo mismo en todos los sitios de España, y por eso en unos sitios se nos escucha más y mejor que en otros. Pero ni hay que desfallecer y cambiar nuestro rumbo.