martes, 28 de octubre de 2014

EL HUNDIMIENTO DEL TITANIC

Historia novelada, basada en hechos reales. Esta historia es una ficción, que toma como base un acontecimiento que sí que sucedió, pero no tal y como es aquí se narra.

El Titanic fue un transatlántico británico, el mas lujoso y más grande jamás construido, fiable, "insumergible", un campeón de campeones.

La siguiente conversación tiene lugar el 10 de abril de 1912, momentos antes de zarpar del puerto de Southampton rumbo Nueva York. Intervienen el presidente del Consejo de Dirección la compañía naviera (CD), el capitán del buque (CP), el diseñador del mismo (DB) y acuden con voz pero sin voto diversos accionistas de la compañía propietaria del Titanic (AC). 
  • (CD) Capitán, hoy tenemos que batir el récord del RMS Olympic y llegar a Nueva York Cuanto menos dos horas antes.
  • (CP) mmm, es difícil con estas condiciones climáticas, pero puede lograrse, yendo un poco más al norte y poniendo las máquinas a todo trapo.
  • (AC) [Aplauso] [Jaleo] Tenemos el mejor buque, el más veloz, el mejor diseñado, seremos primera plana en todos los periódicos.
  • (CD) Así es, lo que reportará enormes beneficios en el futuro, tendremos listas de espera para embarcarse en nuestro barco.
  • (AC) [Más aplausos] [Algarabía] El resto de compañías navieras tendrá que plegarse a nuestros pies, se les acabará el negocio transatlántico.
En esos momentos de algarabía, el único que no decía nada era el diseñador, que cabeceaba de un lado a otro, sin abrir la boca. Todos le ignoraban, le consideraban un quejoso, que no hacía nada más que poner trabas a todo: No le había gustado el lujo y ostentación del barco, no le había gustado la maquinaria que finalmente se compró, se oponía a todo, incluso a los pocos botes salvavidas que había, siendo el barco insumergible, un coloso... Es más, hasta se opuso de esa ruta original, sin probaturas anteriores, esa ruta tan larga y directa con unos motores sin el pertinente rodaje..

A estas, el diseñador del buque seguía sin verlo claro y levantó la mano. Nadie reparó en él, hasta que el presidente lo vio y le cedió la palabra. Se hizo el silencio.
  • (DB) Os lo he advertido muchas veces. Ese no es el rumbo ideal para la botadura inicial del buque. Está comenzando la época de iceberg, el deshielo ha comenzado y este año se rumorea es más potente que otros años, debido al calor temprano. Además, los motores no están rodados, Además ..
  • (CD) Siempre igual, siempre poniendo pegas.
  • (AC) [Silbidos] [Abucheos] ¡Qué entenderá este hombre! ¡Qué locuras dice! Es el rumbo ideal, nada podrá con el Titanic, es indestructible.
  • (CP) Tranquilo, no se apure. A la velocidad que vamos a ir no hay iceberg que pueda acercarse.
  • (AC) [Aplausos] [Gritos] ¡Somos los más rápidos! ¡Nada podrá con nosotros!
  • (DB) Os advierto que esta primera travesía en solitario es peligrosa. Debería acompañarnos alguien por si se presentan problemas. A la velocidad que pretendéis ir... No veríais un iceberg ni a 1000 metros, que es la distancia de seguridad mínima para poder maniobrar el buque.
  • (CP) No sea mezquino... Redoblaremos la vigilancia, en vez de un vigía pondremos tres, para que cubran todo el barco. Así avistaremos antes "sus iceberg". 
  • (AC) [Aplausos] [Algarabía] ¡A por el récord! ¡A por el récord!
  • (CD) Bueno, visto que usted no cree en esta aventura, he decidido que se quede en tierra, que no nos acompañe en esta aventura. El resto de accionistas aquí presentes y yo mismo acompañaremos al capitán en esta travesía. El récord y la gloria serán para nosotros... Usted está acabado, no diseñará más barcos para esta compañía, vuelva a la Universidad...
  • (AC) Presidente, Presidente, Presidente.
Como de todos es sabido, el barco se hizo a la mar. El 14 de abril, por la tarde, algunos buques advirtieron de la presencia de algunos icebergs. Ignoraron dichos informes, aumentaron la velocidad.
  • (CD) Veo que vamos muy deprisa capitán, ¿Aguantarán los motores?
  • (CP) Sin duda. Cuanto más deprisa vayamos, antes pasaremos esta zona de icebergs. No hay problema.
  • (AC) ¡Hay que batir el record! ¡Más deprisa!
  • (CD) Bien, mantenga la velocidad, lleguemos cuanto antes. Que el cenizo se trague sus palabras.....
  • (AC) [Sonrisas] [Muchas sonrisas]
A las 23:40, el vigía vio un iceberg a unos 500 metros, de unos 30 metros de altura. Dio la voz de alarma al puente, que hizo sonar la sirena. Los rostros del capitán, el presidente y resto de accionistas que compartían una agradable y lujosa velada (llena de loas y buenas palabras, acordándose del traidor y cobarde que dejaron en tierra) se demudaron. El capitán intentó tranquilizarlos al notar que se paraban las máquinas y que el barco viraba a babor.
  • (CP) Tranquilos, señores. No hay nada que temer. Estamos siguiendo el procedimiento de evasión. En unos momentos habrá pasado el peligro.
  • (CD) ¿La velocidad no era excesiva para este peligro?
  • (CP) Era la adecuada para nuestros fines. En unos minutos todo se habrá quedado en un susto.
Unos instantes después, el Titanic colisión con el iceberg. Pocos se salvaron. Muchos perecieron. El Titanic se hundió. El buque más sólido, más grande, más lujoso, se fue al fondo el mar, y con el se fueron miles de sueños, de planes de futuro, de alegrías.

Como he dicho esto no sucedió en la realidad, es una figuración mía. A mi me sirve para reflexionar, para entender que prefiero tener a mi lado alguien que me avise de los posibles peligros que se me puedan presentar,  antes que alguien me diga lo alto, guapo y maravilloso que soy (sin que lo sea) y que me diga que todo es un campo de amapolas, sin malas hierbas.

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