Valga esta entrada como reconocimiento a las personas asesinadas en París por la intolerancia, el sectarismo y la manipulación. Es inconcebible que hoy en día pasen estas cosas, que por no estar de acuerdo con las opiniones vertidas se asesine tan fríamente. Pero que nadie se confunda; estos asesinatos nada tienen que ver con las creencias religiosas ni con nada que se le parezca: es el intento de unos pocos de imponer su voluntad a unos muchos.
A cada cual le parecerán más o menos adecuadas las viñetas en cuestión, pero hay que tomarlas como lo que son, una crítica a la aberración, a la intolerancia y al sectarismo. Estas viñetas no son el desencadenante de la violencia e intolerancia; el desencadenante es la imposición de una forma de ver las vida que tiene la violencia como leif motif. Ni más más, ni más menos. Y esta intolerancia no es exclusiva del islam; basta recordar la historia y ver que el fanatismo, el sectarismo y la intolerancia ha estado presente en casi todas las religiones, en formas diferentes eso si.
Pero esta violencia y sectarismo no es exclusiva de la religión; en todos los órdenes de la vida se da. Se da en el fútbol (como se ha comprobado recientemente), en la política, en todo lo que podamos imaginar. Siempre hay unos que quieren imponer su punto de vista a los otros, y si no lo ves así, te tildan de crítico, de contrario al ideario, te invitan a marcharte, te abren la puerta de salida. Que no se ejerza la violencia física, no significa que no se sea violento.
El atentado al semanario Charlie Hebdo ha sido un ataque en toda regla a los valores fundamentales: a la vida, a la libertad de expresión, .... Por eso a todos los que ejercen la violencia, sea cual sea la forma en que se ejerza, hay que decirles basta, hay que decirles #jesuischarlie. No hay que quedarse callados ante el autoritarismo de unos pocos, hay que revelarse. Y si eso impliquen que esos pocos te den de lado, te etiqueten como crítico, te insulten pues..... bienvenido sea. Nunca callados.
Y si peligrosos son los cabezas visibles que llaman a la intolerancia, al sectarismo y a la violencia, más peligrosos son los palmeros que le escuchan, que intentan imponer esas lacras al resto y que ejecutan la violencia mientras los líderes se parapetan y no dan la cara. Por eso hay que desenmascarar a estos violentos, hay que denunciarlos y no hay que quedarse con los brazos cruzados. Los violentos son lo contrario a la libertad individual de las personas, son lo más cercanos al autoritarismo y a la intolerancia, al sectarismo.
#JESUISCHARLIE
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